A veces cuesta creer que el año pasado Esidio (Will Take Charge y Silver Reserve por Silver Deputy) no ganó una sola vez en 10 salidas a la cancha, sobre todo si lo comparamos con el caballo que ha sido este año, donde está intratable y no sabe lo que es morder el polvo de la derrota.

En 2019 corrió siete clásicos, dos condicionales y un hándicap, y lo mejor que logró fue un segundo de Rapero (Riviera Cocktail) en una prueba para ganadores de dos competencias y en los estelares el tercero de Siempre Alerta (Easing Along) en el Enrique Meiggs, el 20 de enero, era lo más destacado.

Al inicio de temporada no estuvo en la pista y recién volvió el 17 de julio en un hándicap en 1.700 metros en el que venció por pescuezo a Nochero Bueno (Pure Prize). Ese día corría a 51 kilos y su escolta le regalaba 9, por lo que pocos creyeron en su regreso al primer nivel.

El 22 de agosto en los 2.300 del Comercio (G3) y cargando 60, dio la gran sorpresa imponiendo 6 1/4 cuerpos de distancia sobre su compañero de enseña El Puma Carranza (Drosselmeyer) y el 19 de septiembre repetía la gracia dando cuenta por un largo de Siempre Alerta (Easing Along) -que también luce los colores del stud Doña Licha-, en el doble kilómetro del Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera del Perú (G3).

Este sábado volvía a enfrentar a sus socios de cuadra, pero además de ello muchos veían a Barbón (Badge of Silver) como una carta de peso para terminar con esa seguidilla de triunfos. Eso sí, el del Myrna volvía luego de casi un año fuera de las pistas y eso se le notó en demasía.

Esidio salió como el gran favorito en el clásico Hipódromo de Monterrico (G2) y demostró que ahora es el amo y señor en la arena, y que en el fondismo no tiene rivales con otra muestra de contundencia, ya que además de la victoria, impuso la mayor diferencia sobre sus escoltas en toda su campaña.

Al darse la largada de los 2.200 metros, Miguel Vilcarima le dio varios fustazos a El Puma Carranza para poder hacerse con la delantera y cuando pasaron por primera vez por la meta llevaba 3/4 cuerpos ante Siempre Alerta, Barbón, King Goldbird (Birdstone) y Sagrario (Westow), los que iban casi en una línea, mientras sexto accionaba El Coliseo (Southdale) y último lo hacía el criado en Sierra Farm.

El puntero se mantuvo muy cómodo al frente parando el reloj en 1.44.14 para los 1.600 metros, cuando Barbón ya se le ponía al lado y Carlos Trujillo se ubicaba sexto, luego de comenzar a avanzar en los últimos 700.

Cuando entraron a la recta de los gritos, a Barbón le pasaba cuenta la inactividad, el vanguardista seguía en la posición de privilegio y más abierto atacaban King Goldbird y Esidio, claro que el colorado venía mucho más entero y se vio que nuevamente sería imposible vencerlo.

Faltando 200 y luego de que su jockey sólo le pegara 6 huascazos, Esidio pasó a comandar y se desprendió con absoluta facilidad, dejando muy claro las diferencias que en estos momentos lo separan del resto de los fondistas en el Coloso de Surco.

Fueron 9 1/2 cuerpos lo que estableció sobre King Goldbird, tercero a pescuezo llegaba El Puma Carranza y el último lugar del marcador quedaba para El Coliseo.

Rómulo Herrera presentó al 5 años, que ahora registra 6 victorias en 18 salidas y premios por 78.480 soles.